Cosas de mi pequeño pueblo... Este blog nace del cariño hacia mi pueblo, y es un diminuto homenaje a todos los que nos precedieron e hicieron que hoy yo siga queriendo tanto este pequeño lugar. Sólo pretendo que no se queden en el olvido cosillas de nuestros antepasados, y siempre con el orgullo de SER DE LA PUEBLA transmitido por mi padre. Agradezco a toda mi familia y amigos el que me recuerden palabras para incluir en el diccionario, rutas que han hecho o tradiciones que no pueden faltar
domingo, 15 de mayo de 2016
PASCUA DEL ROLLO
La Pascua del Rollo corresponde a Pentecostés, se celebra 50 días después de Pascua. Antes era organizada por los caridadores elegidos por el ayuntamiento, que también se encargaban de recoger dinero para pagar la fiesta.
El viernes, las mujeres de los caridadores iban a cerner la harina al Ayuntamiento y el sábado por la mañana a primera hora, hacían las canastas de masa. Los caridadores se encargaban de llevarlas al horno para que viniesen buenas.
La gente joven acudía a hacer los rollos, y como se pasaban todo el día trabajando, se les daba la comida (que solía ser una tortilla y una sardina en aceite)
Los rollos, una vez cocidos, eran llevados al ayuntamiento y allí, un concejal al que llamaban el Sindico, se encargaba junto con los caridadores de contarlos.
Por la tarde, los rollos que habían salido mal se cortaban y se repartían en la plaza, para catar la caridad.
El domingo por la mañana se iba a misa y por la tarde se subía a bendecir la fuente de San Miguel y se aprovechaba para merendar todos juntos.
El lunes volvía a haber misa, se bendecían los rollos y se hacía una procesión a Santa Bárbara, ya que según cuenta la leyenda, se acercaba una gran tormenta de agua y granizo, y la gente de la Puebla le pidió a la Santa (patrona de las tormentas, rayos, truenos y relámpagos) que no cayera sobre la Puebla para no estropear la cosecha. Como no llovió, se sacaba a la Santa en procesión y se reparte Caridad en señal de agradecimiento.
Acabada la procesión, se cantaban los gozos en la ermita y se repartía la caridad por las calles. Como no existía "la urbanización", se repartían tres canastas: una por la calle Aragón, dos iban por la calle La Virgen y al llegar a las Cuatro Esquinas, una seguía hasta la plaza y la otra iba por la calle la Portera. Los vecinos esperaban en la puerta de sus casas para recibir el rollo.
Por la tarde había fiesta en la plaza.
Era una de las fiestas grandes de la Puebla.
Cuando dejo de haber caridadores, se amasaba entre todas las mujeres en el horno
En la actualidad el Ayuntamiento encarga a algún horno los rollos. La misa, desde que la Asociación de Ermitas Medievales arregló la ermita, se hace allí y no hay procesión. Se acabó la excursión a San Miguel y el baile, pero seguimos manteniendo la tradición
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